Che Milei, Karina te cagó la épica
Che Milei, Karina te cagó la épica Cuando parecía que Javier Milei había logrado, al menos por un instante, encauzar la economía argentina tras décadas de descalabro kirchnerista, su figura comenzó a desmoronarse bajo el peso de su propio temperamento. Su intolerancia frente a la crítica y, sobre todo, el escándalo de los audios que exhiben a su hermana Karina como cobradora de coimas y fabuladora compulsiva, terminaron por resquebrajar la popularidad que había conquistado en los barrios pobres, aquellos que lo votaron cansados de los embustes del kirchnerismo y del peronismo. La derrota de su espacio en las elecciones de la Provincia de Buenos Aires el pasado fin de semana, arrasado por el aparato peronista, encendió todas las alarmas. Desde el inicio advertí que la presencia omnipresente de Karina sería una piedra en el zapato para su gobierno. Esa devoción, casi religiosa, que Milei profesa hacia ella, resulta incomprensible en una república. No da un paso, dentro o fuer...