Un malvado jeque
Este prólogo sirve de antesala a una historia que, sin duda, atrapará al lector desde el primer párrafo, sumergiéndolo en un mundo donde la moral se enfrenta al poder, y donde el mal acecha desde las sombras de los más altos estratos sociales y económicos.
Bienvenidos a este inquietante viaje.
El relato no ficción más leído del año 2023 en www.tiempodememorias.blogspot.com, titulado "Un malvado jeque", tiene su precuela, un tanto perturbadora, veamos:
Durante el breve gobierno del historiador Dr. Ramón J. Velázquez, designado por el extinto Congreso venezolano como presidente constitucional para finalizar el mandato del injustamente depuesto presidente Pérez, ocurrió un espantoso crimen en Venezuela. Debido a las turbulencias políticas de la época, este hecho no fue suficientemente investigado ni divulgado. El expresidente de una institución financiera, una de las pocas capitalizadoras que quedaban, fue secuestrado y su cadáver apareció días después, mostrando claros signos de tortura por parte de sus captores. Este suceso nunca fue públicamente revelado ni esclarecido, y su investigación no trascendió más allá de su círculo familiar y de quienes, por nuestra relación con el sector financiero, estábamos al tanto.
Este individuo, de apellido italiano, acababa de negociar la venta de la institución con un libanés recién llegado al país, quien se presentaba con aires de "jeque". La negociación, aparentemente, no concluyó en buenos términos, lo que generó especulaciones sobre el motivo del crimen. Entre las hipótesis más insistentes, se mencionaba tanto el desacuerdo con el "jeque" como un posible conflicto entre el difunto y un capo de la mafia siciliana con intereses en Venezuela. Al parecer, el occiso mantenía vínculos personales o comerciales poco claros.
Su familia optó por guardar discreción, teniendo en cuenta los métodos poco ortodoxos de los capos sospechosos. Este mismo "jeque" es al que se alude en el ampliamente leído post.
"Un malvado jeque".
Ignacio había leído historias inquietantes sobre los árabes, por lo que cualquier asunto relacionado con el Medio Oriente —turcos, persas o similares— le resultaba misterioso e intimidante. No confiaba en personas con fanatismo religioso, y los sórdidos antecedentes que rodearon la muerte del anterior dueño de la empresa, ahora dirigida por ese libanés de aspecto ingenuo, le provocaban una inquietud particular. Por ello, la supuesta amistad que le ofrecía este nuevo personaje del mundo financiero lo tomaba con precaución.
Asistió al almuerzo ofrecido por el pretendido jeque, más que nada por su relación con Sabrina, quien trabajaba como relacionista pública del mencionado turco. "La Bussola", el restaurante italiano elegido, era en ese momento uno de los más populares de Caracas, no tanto por su cocina ítalo-mediterránea, sino por la curiosidad de su decoración. En particular, el baño de caballeros carecía de urinarios convencionales; en su lugar, tenía un piso en forma de parrilla donde los hombres orinaban libremente, mientras chorrillos de agua y luces emanaban de las paredes, disipando el líquido y la imaginación.
La velada transcurrió con absoluta normalidad. El talante del jeque le pareció confiable, y en ningún momento sospechó que ese joven e inexperto personaje escondiera algún instinto macabro.
El verdadero propósito de la reunión era aprovechar la relación de Sabrina con Ignacio para pedirle un favor en su calidad de director de un organismo público que tramitaba un proceso administrativo de inhabilitación contra el enigmático personaje. Ignacio, ya acostumbrado a estas invitaciones interesadas por parte de empresarios del sector, simplemente escuchaba y evitaba repetir encuentros con quienes intentaban aprovecharse de él.
Sin embargo, el "pichón" de jeque esperaba obtener mayores beneficios de esa reunión. Semanas después, al recibir formalmente la sanción administrativa que intentaba eludir, se enfureció y dirigió su odio hacia Ignacio.
Las primeras acciones intimidatorias del libanés fueron llamadas anónimas al celular de Ignacio, en las que le amenazaban de muerte. Ignacio, de inmediato, asoció las amenazas con este individuo, ya que no conocía a nadie más que pudiera tenerle animadversión. Lo que no comprendía era por qué el sujeto continuaba con las intimidaciones si la sanción ya había sido impuesta. El comportamiento del enigmático libanés era morboso; parecía buscar solo el desestabilizar emocionalmente a Ignacio, en venganza por la medida. No contento con las amenazas, una madrugada, Ignacio recibió una llamada de sus hijos, quienes vivían aparte. Les habían informado, supuestamente desde la medicatura forense, que debían acudir a identificar el cuerpo de su padre. El alivio que sintieron al escuchar a Ignacio vivo al otro lado del teléfono fue inmenso.
Claramente, la mente criminal del libanés buscaba cobrar caro la actuación legal de Ignacio al frente del organismo público.
Con el tiempo, Ignacio comenzó a colaborar con un diario especializado en economía y finanzas, donde le asignaron una columna semanal todos los jueves. El periódico, titulado "Economía Hoy", se convirtió en un referente en el sector gracias a los temas bancarios y aseguradores que Ignacio abordaba, ganando rápidamente el favor de los lectores.
Por esos mismos días, el libanés, ya retirado del mundo financiero, adquirió el diario de la competencia, especializado en los mismos temas, pero con un enfoque amarillista y vulgar, aunque con su propio público. Desde esa nueva plataforma, el libanés volvió a la carga. Un día, dedicó toda la contraportada de su periódico a criticar y difamar la gestión de Ignacio en el organismo público que le impuso la sanción, omitiendo, por supuesto, al infractor sancionado y las razones detrás de la medida. Su objetivo era claro: dañar la imagen honorable de quien lo había "verdugueado".
Tras esa vil afrenta, Ignacio prefirió no responder, evitando prolongar una vendetta que el jeque aspiraba convertir en un escándalo mediático. Sin embargo, el periódico donde colaboraba Ignacio fue uno de los primeros en sucumbir ante las acciones gubernamentales de Hugo Chávez contra los grupos económicos.
Con el paso del tiempo, el pasquín del libanés, en su afán por ganar notoriedad o poder, se alineó en la primera fila de la oposición contra la naciente revolución del "Comandante Galáctico". Allí encontró un enemigo a su medida. A los pocos meses, el régimen clausuró el diario y el libanés fue sometido a múltiples detenciones e intimidaciones por parte del gobierno. Tras su liberación, nunca más se supo del enigmático personaje.
Play The Real Money Slot Machines - Trick-Taking Game - Trick-Taking
ResponderEliminarHow poormansguidetocasinogambling to wooricasinos.info Play. Play https://septcasino.com/review/merit-casino/ The Real ventureberg.com/ Money Slot Machine. If you are searching for a fun, exciting game 토토 to play online, we have you covered.