Amor sexual.
A veces me pregunto:
Por qué tanta canción y novela dedican al amor efímero y sensorial, ese que juramos a otro (a) como eterno e inmortal, como sublime y total.
Pero no es de verdad así, solo está en la piel, es mero superficial, lo del corazón es teatro emocional.
Es un placentero tormento, si, costoso y temporal
Que nos obstinamos en pregonar,
Que los hombres juramos perdurar
A ellas encanta ante otras fantasear
Que es "el amor de mi vida", o a ellos lucubrar,
es "la mujer perfecta", es todo sensacional.
En fin, la novela ideal.
Pero no sale del alma
como el amor filial, el que se profesa a los hijos o el maternal,
Es solo un rico aguaje que transcurre horizontal
que termina sin aviso y sin pensar.
Que cuando se va, lamentan los que aún tienen por dar
Los del entorno piensan que era de esperar
Subsiste entonces el cariño fraternal,
sí aquella sucesión de emociones fue firme y cordial,
Sí los trazos fueron sinceros y
la tolerancia reciproca y espiritual,
Si no hubo engaños que pudieron lastimar
Si hubo trances que dolieron por igual,
Por qué entonces tanto canto a episodios que todos sabemos el final.
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