!He vuelto .....a escribir!

 



Prólogo

La vida es un laberinto de rutas inciertas, donde los años y las decisiones dibujan trayectorias imprevisibles. Para Oliver, las sendas que alguna vez condujeron a la creación literaria y a la lectura apasionada se han desdibujado entre la rutina, el cansancio y la exigencia de la supervivencia. En Buenos Aires, una ciudad que hierve con vida, sus días transcurren bajo la sombra de un tráfico caótico y una economía que, como un barco a la deriva, lucha por no hundirse. Pero, en ese torbellino, surge la invitación a viajar: Montreal, Canadá. Una oportunidad para escapar del hastío y reencontrarse con los silencios que la escritura requiere.

Este viaje, sin embargo, es más que una huida momentánea. Es un espejo que refleja el pasado de Oliver: el eco de sus fracasos financieros en una Venezuela devastada y el lamento de sus años de búsqueda, donde el éxito se volvió esquivo. Con el peso de una vida de cambios y desarraigos, enfrenta ahora la posibilidad de iniciar un nuevo capítulo en el norte. Montreal representa tanto un refugio como una incógnita. ¿Será este su retiro definitivo o simplemente unas largas vacaciones?

Este relato es la crónica de un hombre que, a pesar de las pérdidas, se aferra a la esperanza de redescubrir lo que alguna vez fue suyo: la libertad creativa, el descanso merecido y, quizá, un lugar donde los años finales se vivan en paz. Es el retrato de alguien que, como muchos, se encuentra en una encrucijada: entre lo que fue y lo que puede ser, entre su tierra y la promesa de una nueva vida.


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Oliver sentía que sus hábitos más preciados: escribir y leer, habían caído en una espesa bruma de la cual no se libraría tan fácilmente. Su emprendimiento laboral le ocupaba ahora sus horas más inspiradoras. Llegaba a casa todos las tardes exhausto. Le agobiaba el tráfico de Buenos Aires en las horas pico y le aturdía la forma infame de conducir los porteños.


La invitación de sus hijos a viajar a Montreal, Canadá, le pareció la más justa causa para evadir la rutina laboral que lo apartó de su pasión por la escritura. La reciente Feria del Libro de Buenos Aires a la que asistió para conocer a Jaime Bayly, fue también otra motivación para reiniciar sus conversaciones con la soledad.


Hace un semestre comenzó a trabajar, abatido por la muerte de su adorada mascota y acosado por la merma de sus ahorros tras cuatro años de vacilaciones. Sus inversiones en Venezuela habían resultado fallidas por la crisis económica que trajo consigo la "revolución bonita". No había más tiempo que perder.


Pero sus años de buscador de oportunidades habían terminado. Era tiempo de hacer mutis. Se sentía con el animo de un tendero. No obstante, se entregó con abnegación al trabajo durante seis meses, al cabo, se sintió ridículo y abochornado por mostrarse con la aparente disposición de un mozalbete.

Emprendió su viaje al otro extremo del continente americano, para ver a sus hijos y nietos, que no ve desde su último viaje a Boston, hace cinco años. No tiene definido si este será un nuevo comienzo de migrante o solo unas largas vacaciones.

Los años han cambiado sus afanes, subirse a un avion que era una actividad rutinaria y hasta  placentera en la Venezuela que dejó, es ahora un desafío que lo abruma.

Le costó despedirse de su hija en Buenos Aires, porque a su edad y en busca de un retiro honroso, no descarta que opte por quedarse en las cercanías del polo norte y no regrese a la tierra de Messi. La generosidad de los argentinos y la belleza incansable de Buenos Aires son dos aspectos que valora muchísimo. Lo atrapa también la vida política de Argentina que es tan impredecible como palpitante y le genera temas para su vocación de analista político. Lo anima a migrar la situación económica convulsa de ese país que pareciera no tener soluciones a la vista. La inflación se ha hecho un dolor de cabeza que le recuerda sus últimos años bajo la asfixiante situación que en Venezuela provocó el chavismo

Una espesa calma debió soportar también en el aeropuerto de Ezeiza, recién remodelado. Su vuelo fue varias veces retrasado hasta que optaron por embarcarlo con otra línea y otro itinerario. Acaso tendrá que dormir  como Tom Hanks en "La terminal" de Nueva York, a la espera de su destino: Montreal.


(..... Continuara en el avión.....)



Comentarios

  1. Estimadisimo, es una delicia siempre leer sus memorias, creo y disculpa el pensar por muchos es el sentir de muchos que permanecemos en un país donde el futuro próximo y lejano es totalmente incierto o quizás con dolor no queremos aceptar lo cierto que vamos directo al abismo, un abismo que ya conocemos y nosotros mismos seguimos socavando para creer que aún hay otro fondo. Esta pesadilla nunca termina pero vivimos ingenuamente con la esperanza que algún día terminará.

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