En la urbanización San Luis de El Cafetal, el antiguo “Centro de Tenis San
Luis”, construido sobre una de las terrazas de la montaña con una espectacular
vista al valle de Caracas, sirve desde hace algún tiempo como centro deportivo
de la Corporación Eléctrica de Venezuela
“Corpoelec”, antes solo de la extinta Edelca (Electrificación del Caroní),
cuyo presidente (Hipólito Izquierdo) uno de los primeros de la era chavista,
tuvo la acertada idea de adquirir estas instalaciones para centro de recreación
de sus trabajadores. Este es un modesto club donde se practican varias
disciplinas: tenis, básquet y vóley bol fundamentalmente, ya que aun cuando hay
espacios para otros deportes, estos no tienen demanda de los trabajadores. Las
canchas de tenis son las más activas del club, y a pesar de tenérsele como un deporte
elitesco, es el que concentra más trabajadores y familiares de estos, la
mayoría adultos contemporáneos y algunos mayores que han encontrado en esta
práctica una buena razón para compartir con los compañeros de trabajo, hacer
amigos, deporte, combatir el stress y atemperar el rigor de las penurias
diarias de una ciudad asediada de problemas e insensateces.
La confraternidad deportiva del tenis se ha visto consolidada en la
integración de los equipos de las categorías 5ta y 6ta, masculino y
femenino del ”Invitacional Mirandino”, torneo que surgió a raíz de la
suspensión por el Gobierno del otrora torneo ATEM, que organizaba la asociación
de tenis del estado Miranda.
Este grupo de panas se reúnen con la frecuencia que les permite su
horario de trabajo y el tráfico capitalino, al menos las tardes de los martes y
jueves y los fines de semana, para mostrar sus avances en la disciplina y para
“joder el parque” un rato. El tenis para muchos se convierte en una pasión, en
una fiebre, por eso a algunos se nos tilda de “fiebruos”. En ese deporte los
iniciados tarde como somos todos o casi todos los del club, no pretendemos
alcanzar niveles superiores ya que el físico adulto acusa rápidamente el exceso
de práctica y no es mucho lo que se aprende sin recibir con regularidad clases
de un instructor profesional. Hay algunos compañeros con talento natural para esta disciplina que lamentablemente se
descubren un poco tarde, cuando ya el físico les reclama mayores previsiones y limitaciones. El grupo está conformado en su
mayoría por ingenieros y técnicos del sector eléctrico, de un nivel social más
o menos similar, por lo que se avienen con frecuencia sobre las consideraciones
de orden político o económico.
Debo señalar que la fiebre por el tenis en este recinto la inicie con
los contemporáneos Jimmy y Roberto, el primero un gordito merideño con mucha gracia,
vitalidad y fuerza en los raquetazos,
pero sin control, que se fue a Mérida y el segundo con mayor nivel de
desempeño, al obtener su jubilación se cambió a un club más cercano a su
residencia. Con estos panas hacíamos unos maratones de tenis que terminaron por
lesionarme. Ese desgaste, sumado al que también han sufrido las canchas con el
bajo mantenimiento y el tiempo, me han hecho disminuir la fiebre y la frecuencia de
visitas al club.
Mi mayor disposición de tiempo y constancia me ha ganado la responsabilidad
de capitanear el grupo de 6ta. Esa particular convivencia me ha permitido
formarme una opinión sobre cada uno de los personajes que conforman el equipo y
otros asiduos del club, que me voy a permitir más o menos describir:
Juan Delgado: Le decimos “Juan Slice”. Es un pana que a pesar de tener
mucho talento para el juego lo desperdicia con excesos en su estilo, que son
mayormente cortes de saques o devoluciones de pelota con rebuscados “slice”, que
le muestran como desinteresado en el juego, lo que a veces desmotiva a sus
compañeros de dobles. Este exceso en sus ejecutorias en ocasiones le produce
buenos lances e incomodas pelotas a sus oponentes, pero en otras despacha alocados
pelotazos a la red. Tiene un particular defecto o picardía visual con los
servicios de sus adversarios que le lleva a objetar constantemente buenos saques
que pican en la raya, por lo que sus encuentros siempre están aliñados con
discusiones por esta circunstancia.
Carlos Pérez: Es un pana buena gente que mantiene unas relaciones muy
cordiales con todo sus compañeros, tiene
muchos deseos de mejorar su nivel, pero al parecer por falta de clases no lo
logra y persiste en servicios con mucha fuerza pero sin técnica, lo que le hace
incurrir con exageración en dobles faltas. Es proclive a la organización de
eventos internos y a requerir la integración de grupos. Es muy constante en su
práctica, pero su físico le pasa facturas con cierta regularidad.
Hernán Zamora: Es uno de los panas provenientes de la integración de
las empresas del sector eléctrico, que se incorporó más rápidamente al grupo de
jugadores de tenis que ya hacia vida en el club. Se inició con su bella
compañera y con limitada destreza pero muy estudioso él de las técnicas,
rápidamente con constancia y talento adquirió los conocimientos básicos para
mejorar el nivel. Hoy ya se desempeña en el grupo de 5ta categoría, pero
mantiene sus mejores relaciones con los jodedores de 6ta. Se distingue por su
calmado pero efectivo estilo de golpear la pelota con técnica y seguridad.
Gosmer Márquez: Es uno de los más jóvenes del grupo -a pesar de su
extinta cabellera- que mostró rápidamente progresos en el poco tiempo que lleva
practicando dicho deporte. Tiene una particular forma de jugar sin técnica, ya
que sin revés pero con golpes de drive de mucho movimiento de muñeca produce
lances extraños pero muy efectivos y contundentes que desconciertan a sus
adversarios. Por su estilo y su físico los compañeros jodedores le han dado por
llamarlo “Gosmopolov” en honor al excelente tenista ucraniano Aleksandr Dolgopólov.
Es un pana muy colaborador en los eventos, sobre todo en las parrilladas que
organizan otros.
Este fin de semana el equipo enfrenta en cuartos de final al de la
Escuela Nacional de Tenis (ENT), a quien ya vencimos en la primera etapa; aspiramos
vencerle nuevamente ya que contamos ahora con unos refuerzos de muy buen nivel que
han dado excelentes resultados. Amanecerá y veremos.
(Continua la próxima semana…)
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