Un guión para Netflix




 Oliver ha quedado sorprendido del morbo de la audiencia de Netflix. Las series y películas que abordan culebrones sobre infidelidad, narcos y violencia son las más visitadas por los seguidores de los vídeos en Streaming.  La pantalla chica ha desplazado al cine de las grandes salas


Los triller, mientras más inverosímiles y exagerados más captan la atención del público.


Tengo que hacer algo creíble que capte la audiencia de una de esas operadoras del Extreaming --dijo una mañana que el frío clima de Buenos Aires lo despertó con el ánimo de escribir un culebrón.



El síndrome de Estocolmo en una versión diferente puede ser la trama --se dijo.


Un hombre  en España de porte como William Levy, de una familia acaudalada, es secuestrado por una banda de jóvenes conformada por hombres y mujeres de una escuela de modelaje. Bellos y bellas que han desertado de sus planes románticos de llegar al estrellato en poco tiempo, ya que la pandemia ha hecho mella en el medio de las pasarelas y la moda.


La banda, dirigida por una ex mis universo colombiana, exige a la familia del secuestrado la bicoca de 50 millones de Euros. La esposa del plagiado es la que corta el bacalao. La señora de Cárdenas es socia mayoritaria del Corte Inglés en Madrid.


El rehén, en medio del cautiverio, sucumbe ante la belleza de la capo o capa (como que aquí es forzoso el lenguaje inclusivo) y se enamoran. Él le confiesa que tenía planes de separarse de su mujer porque ya no la quiere, pero que el contrato prematrimonial contempla unas cláusulas leoninas que lo mantienen atado a esa cuaima insufrible. Solo pueden divorciarse por infidelidad, en cuyo caso el infiel pierde sus derechos sobre los bienes de la comunidad de gananciales.

El siguiente párrafo fue tomado de la novela que escribe este autor sobre ese guión:

    "Por un momento Maritza se ausentó del jolgorio y fue hasta la habitación donde mantenían encerrado a Romeo. Este disfrutaba de la televisión. Se sintió halagado que ella se atreviera a visitarlo de madrugada con un vaso de whisky y  fumando un cigarrillo.

----papito, qué tanto miras en la televisión? -- fue su saludo.

----una serie colombiana sobre el tráfico de órganos, que es tendencia en Netflix.

----!ah, ya, yo la vi, es una mierda!, nos pone a las mujeres como unas hijas de puta, malagradecidas y traicioneras.

----!coño si!, el tipo se convierte en asesino para salvarle la vida a la mujer y la tipa lo voltea y después lo denuncia para que pague el delito, !que bolas!

----tu harías eso por una vieja?

----eso solo se hace por la madre o por los hijos. Me parece exagerado ese drama.

----bueno, la serie esa te dice una gran verdad. !Las viejas no valen la pena!---sentenció sonriendo Maritza."


 Acordaron entonces pedir el rescate, sin entregar a Romeo. Envían un vídeo, después de recibir el dinero, que simula una ejecución del rehén de un disparo de fusil. Para ganar tiempo mientras se organizan, le envían unas coordenadas chimbas a la viuda dónde supuestamente sepultaron el cadáver.

No tendrán nuevas noticias de los plagiarios.

El ex rehén es ahora junto a su miss, los capos. Pero ese súbito mando del galán trae tensiones entre los miembros de la banda que aspiraban ocupar posiciones de dominio.


Otra de las féminas del grupo procura levantarse al nuevo capo, quien, al parecer, no aguanta dos pedidas y se acuesta con la diabla, provocando los celos de la miss y desde luego, la hecatombe en la banda, que conducirá a errores garrafales en sus nuevas vueltas y a delaciones que significarán su final.


Entre tanto, un detective que sigue las pistas de la investigación, dará con un confidente que lo llevará al funcionario de un banco que esta colaborando en el lavado del botín.


(El desenlace se lo copiaré al guionista que se interese en llevarlo a serie o película).


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