Un destino sin tino

 





Difícil para Oliver iniciar un relato, no tiene la paz necesaria y la calma indispensable para elucubrar una historia o contar un trance relevante. Sus afanes diarios ocupan su tiempo, llega tan cansado a casa que solo atisba a darse un ducha templada para relajarse y después de preparar un bocadillo de cena, se arrellana en su poltrona para sumirse en la turbulencia política y económica que reseña el canal LN y luego pasea por las carteleras de Netflix y HBO. No lo atrapa ninguna serie turca o asiatica de las recientes, le parecen sin ángel. Abunda en esas plataformas la pacotilla cinematográfica. La ciencia ficción no le atrae. Es un duro de los dramas reales o al menos verosímiles. Solo lo seduce la comedia y novela colombianas. En la serie "Griselda"  Lucía Vergara se luce - nos comenta. Le parece que los actores y actrices colombianos y brasileños actualmente son los mejores de América. En "Pálpito" la exitosa serie de Leonardo Padrón, destacan los colombianos.


Quiere escribir y no puede, la serenidad lo ha abandonado. La vida en Argentina se ha vuelto dificil, las escenas de seres en situación de calle que abundan desde que los kirchneristas volvieron, no amainan con la llegada de Milei. Tomará tiempo ver los efectos sociales de sus medidas económicas (DNU). 


Oliver está convencido que la migración hacia países como Argentina es un error, salvo para jovenes profesionales en carreras de alta demanda, y sin embargo, aún asi, no la llevan fácil. En Argentina te fundes trabajando solo para pagar arrendamiento, servicios públicos, impuestos y comer; no hay capacidad de ahorro, salvo que devengues un sueldo fabuloso o trabaje hasta el gato si es un grupo familiar. Laburar solo para pagar arrendamiento y boletas (facturas en español)  y comer, no hace feliz a nadie. Este designio seguro recrudece en los próximos meses cuando se ajusten los canon de arrendamiento y la inflación no ceda a los buenos oficios de Caputo.


En Argentina a los jóvenes les es imposible comprar un apartamento en cualquier barrio de la capital y menos en barrios como Palermo, Recoleta o Belgrano, porque con tan alta inflación es imposible que se otorguen créditos hipotecarios.  Por eso y por otros temas, muchos jóvenes argentinos están migrando a Europa.


Él considera que no meditó bien sobre ese destino, cuando desembarco en Ezeiza, pues las dificultades económicas y la alta inflación en ese país son de vieja data. "El corralito", "el rodrigazo" y el ministro Cavallo, no eran historias desconocidas para él. No alcanza a comprender que la belleza de Buenos Aires y la generosidad de los argentinos, lo hayan seducido al punto de subestimar los graves riesgos que implicaba ese destino tan convulso e impredecible,  política y económicamente. 

La desesperación no es buena consejera.

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