¡Nos jodimos Filippo!
Después de examinar las opiniones de los más ilustres abogados
constitucionalistas del país en relación a las opciones constitucionales para
terminar anticipadamente con este infame gobierno, he llegado a la conclusión
de que no vamos a poder instrumentar ninguna de las formas contempladas en “la
bicha” como la bautizó el propio padre de la criatura, el difunto arañero de
Sabaneta, Hugo Chávez, no sé si por joder a la oposición o por premonición de
lo diabólico que significaría la aplicación de esa Carta Magna sobre la
sociedad venezolana. Sobre todo, en consideración que tenemos en contra de
cualquier “salida constitucional” el brazo judicial del gobierno representado
por el TSJ, que yo he bautizado como Tribunal Secuaz de Inmundicia. "Y les voy a
decir por qué" de ese pesimismo, como estilaba anunciar sus predicciones deportivas el célebre
comentarista deportivo Carlitos González.
Enmienda constitucional. Si bien esta carta para recortar el período constitucional a
Maduro, es la que gusta más a Ramos Allup, pues no requiere de mucho
bastimento, ya que con la mayoría simple la puede implementar la bancada de la
oposición en la Asamblea, ese recorte no sería aplicable retroactivamente al
gobierno de turno, aun cuando pueda haber buenos argumentos para que si proceda
contra el periodo en curso. Aquí, sin duda, la última palabra la tendría la
inefable Sala Constitucional del mentado TSJ, que obviamente se pronunciaría a
favor de Maduro y su pandilla de capos. Argumentos tendría ese vulgar
laboratorio de la ignominia para desechar dicha pretensión, pues es de
Perogrullo que la intención en ese caso no sería recortarlo porque nos parezca
largo el período presidencial, sino porque nos parece insoportable el
presidente Maduro.
Referéndum Revocatorio.
El procedimiento para convocar el referendo revocatorio es un
trámite largo y engorroso que podría durar más o menos ocho meses, tal como está
regulado en unas normas del Consejo Nacional Electoral. Supone varias
recolecciones de firmas que seguramente
serían torpedeadas por los secuaces del gobierno en el CNE y si resulta
superado ese escollo seguramente la servil Sala Constitucional o la Electoral
darían el descabello definitivo.
A su vez, estas aberrantes
salas del tsj, en el camino seguramente legislarían -por interpretación
constitucional- unas cuantas piedras procedimentales insalvables para la
oposición.
Adicionalmente, no estoy muy seguro de que en medio de las
amenazas que acostumbra el régimen contra sus beneficiarios y empleados
públicos y abusando de su hegemonía comunicacional, podamos obtener más de 7.587.579
de votos; votación con la que fue proclamado Maduro, requisito necesario para
ganar el referéndum. Además, el revocatorio del mandato solo tiene sentido si
puede realizarse oportunamente para que se convoque inmediatamente a
elecciones, esto es antes del 10 de enero de 2017, porque de lo contrario
asumiría por el resto del período el choro rojito que haya puesto Maduro de
vicepresidente. Es probable que la Asamblea Nacional dicte una ley para regular
los referéndum revocatorios de modo de hacer más expedito el camino referendario,
pero esa ley, no tengo dudas, sería pateada por la inescrupulosa sala
constitucional con una de sus aberrantes interpretaciones jurídicas.
Asamblea Constituyente.
Una Asamblea Constituyente es un complejo proceso político y
electoral que debe contar con el apoyo de todos los poderes públicos y el
respaldo del pueblo. Por eso Chávez pudo hacerlo sin tropiezos de ningún
género. Esa iniciativa de la oposición no contaría con el apoyo del Poder Ejecutivo, que es vital para llevar adelante
una reforma de la Constitución, además, significa el habilitante financiero
para esa causa. No contaría obviamente con el Poder Judicial (tsj), que
seguramente se inventaría una interpretación cantinflérica de “la bicha” para
obstaculizar ese propósito; ni tampoco con el Poder electoral. Dudo que un solo
Poder diezmado como es el Parlamento, apoyado por la mayoría del electorado,
pueda emprender con éxito ese turbulento vuelo.
Por ello, este sainete de los magistrados fraudulentos debió
plantearse sin tanto informe y estudio, como lo soñé, el mismo día de asumir
Ramos Allup (puede leerse mi post “La
Asamblea el 5E, parte final” en www.tiempodememorias.blogspot.com. No le hubiésemos dado así
oportunidad a los magistrados del horror para su fechoría y la Asamblea se
habría hecho respetar. O quizá habría resultado su disolución,
pero en todo caso habría sido una digna disolución, y no la burla de que ha sido objeto con la más reciente sentencia de ese antro judicial (tsj) que prácticamente aniquila la función contralora de la Asamblea, pues la función legislativa siempre queda supeditada respecto de la ejecución de las leyes a lo que instruya Miraflores.
Como te dije Filippo, creo que nos jodimos. Solo un espontaneo “Caracazo” que haga renunciar o huir por miedo a este inescrupuloso presidente y su pandilla, nos salvaría de esperar hasta el 2019, para ir a unas elecciones presidenciales que supuestamente ganaríamos.
Comentarios
Publicar un comentario