Conversando con un "bachaquero"



Hacer cola en los supermercados en la Venezuela actual es una tarea que evado gracias a mi esposa que se ha hecho una campeona en esos menesteres, es muy efectiva en esta rutina infernal que nos ha impuesto el socialismo del siglo XXI. Pero mi mascota “Terry”, un perrito raza Yorkshire terrier, no  entiende de política ni de abastecimiento y como hace tiempo lo acostumbré –craso error- a comer solo muslos de pollo, el se niega a cambios en el menú, por lo que no me queda otra que salir de cacería a los expendios de pollo ya que estas presas se han vuelto un producto muy codiciado, pues la carne y el pescado se han hecho incomprables por el alto precio que han impuesto los distribuidores y las cadenas de comercialización.
Nunca imaginé que mi etapa de jubilado la iba a pasar entre dedicaciones tan curiosas como escribir crónicas, jugar tenis y procurar alimentos para mi mascota. En una de estas incursiones a un supermercado de Santa  Eduvigis emblemático de la jauría bachaquera,  para comprar los susodichos muslos, me correspondió hacer la infame fila entre dos revendedores o bachaqueros  (se detectan sin mucho esfuerzo por su aspecto y la numerosa mercancía de un mismo producto en su carrito) y no pude resistirme a entablar conversación con el muchacho:
-Brother una pregunta. Tú sabes que revendiendo esos productos provocas su encarecimiento artificial?
 -Yo eso lo sé mi pana, precisamente de eso vivo.
-Lo que ocurre es que el sobreprecio que ustedes aplican es brutal y a la larga tú también lo vas a pagar, porque los precios de los alimentos no bajan después.
-Si pana pero ese precio lo impone el mercado, lo que llaman ustedes los escuálidos la "estructura de costos". Porque fíjate lo siguiente, nosotros tenemos que pagar muchas vainas, bajarnos de la mula con varias vacunas. Aquí dentro del supermercado comen varios panas de las cajas y un supervisor. Después hay que pagar transporte pal cerro. Arriba varios compinches nos guardan la mercancía en sus casas y han tenido que comprar estantes y neveras, o sea, almacenamiento. Después hay que bajarse con unos tombos que nos resguardan la zona de las ventas y cuidan que no nos atraquen. También hay que pagar empleados, porque yo por lo menos no vendo, si salgo reventado de estas colas, me sale descanso con mi jeva y las birras. Entonces te das cuenta porque tenemos que ponerle precio bien alto para resolvernos. Además señor, nosotros cumplimos labor social porque en el cerro vendemos a los vecinos casi al costo, sino ya los cerros habrían bajado a quemar estos negocios. Otra vaina pana, se nos dañan mucho los alimentos y perdemos plata. Te das cuenta que nuestra estructura de costos es arrecha.
-si ya veo, el asunto es que ustedes propician el desabastecimiento y nosotros los consumidores sin hacer distinción política somos los más perjudicados, ya que debemos recorrer muchos negocios y supermercados –bueno mi esposita- para conseguir los productos y hacer estas horribles colas para comprar, y muchas veces cuando llegamos a los anaqueles ya no hay el producto porque ustedes se los han llevado.
-Bueno mi pana ese peo es descontrol de los expendedores de los productos, ya que nosotros somos mayoristas. Lo que pasa es que hay mucho bachaquero chimbo que se ha metido en este negocio y han acaparado productos y no saben qué hacer después con esa mercancía y se las venden a otros revendedores. Yo creo que el gobierno debe hacer un registro de nosotros los revendedores serios, y sacudir a esos pajuos que nos están rayando el negocio.
-¡No me jodas! Pero el gobierno dizque va a controlar supuestamente con unos captahuellas que va a colocar en los supermercados, así ustedes no van a poder seguir con esta dinámica.
-No mayor, no crea en cuentos. Eso de captahuellas no funciona con nosotros. Eso es un guiso del gobierno para sacar real para las elecciones.  Nosotros tenemos controlados los expendios y los gerentes de estos supermercados. Nuestros proveedores no se clavan pasiones oficiales. Esto ya no lo para nadie. Hay muchos intereses de por medio. Lo que tenemos es que sacar del juego a los bachaqueros piratas.
-Tú me quieres decir que esto no tiene vuelta atrás. Qué van hacer cuando llenen los anaqueles de productos de todo tipo. Cuando venga un gobierno de gente capaz y este desabastecimiento de acabe.
-No mi pana, usted está soñando, eso no va a suceder sino en veinte años, si acaso. Cuando eso pase ya yo estaré retirado de esta actividad y usted seguramente ya no vivirá.
-Que esperanzador futuro tenemos. Entonces ustedes están felices con este gobierno.
-No vale que felices un carajo. Este país nunca había estado peor, pero nosotros tenemos esta vainita que nos da para vivir, qué te puedo decir.
-Bueno esperemos a ver qué dice Obama!
-Que va,  Obama no se mete en esa vaina!
Ya llegando al mostrador el bachaquero se despide.
-¡Bueno compinche, el pollo se acabó porque quedan tres pollos y esos me los llevo yo.


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