A veces provoca ..



A veces provoca no ver más las entrevistas que hacen los periodistas a los voceros del Gobierno; parecen idiotas –no reaccionan- cuando estos cínicos aducen o argumentan sus estupideces  para responder acerca de cualquiera de las miles de penurias que viven los venezolanos por culpa de la incapacidad de los inútiles de este gobierno. Vladimir -el de la 1 p.m. por Globovisión- hace a veces algún aguaje de contradicción en sus comentarios, pero con una sonrisa que delata su parcialidad.
A  veces provoca mandar  a la mierda a la oposición por su pasividad ante las calamidades que a diario soportamos los venezolanos y su única respuesta es la tolerancia y la vía electoral, porque ya a las marchas la gente no quiere ir.
A veces provoca gritar a la gente en las colas por su resignación y tolerancia de imbéciles ante esta perversa y diaria humillación para comprar alimentos. Con razón la estúpida de Jacqueline Faría les restregó en sus narices que “disfrutaban unas colas sabrosas”.
A veces provoca –si se pudiera- gritarles a  los cínicos mayores del Gobierno cuando en sus cadenas o declaraciones acusan a paramilitares pero no a los  guerillas, ni a los colectivos, a los comerciantes pero no a los bachaqueros, a las víctimas pero no a los delincuentes, a los que critican y no a los responsables de  las deficiencias.
A veces me provoca llamar a  Carlos Ocaris y reclamarle por su falta de atención a los sectores de Sebucán, Santa Eduvigis, Los Dos Caminos, Parque Miranda -la clase mierda pues, perdón media-en los servicios de policía, aseo, vialidad, etc. Al parecer, la Miss lo tiene muy ocupado.
A veces me provoca escribirle a Ramón Muchacho y decirle lo decepcionante que ha sido su gestión; él que tanto ofreció patrullaje policial y control del tránsito vehicular. Como extrañamos a Irene, a Leopoldo López o al mismo Graterón en Chacao. Ahora Chacao es una anarquía y abandono igual que el resto del país.
A  veces me provoca irme de Venezuela; pero cada vez se  hace más difícil y además,  me resisto a dejarle mi país a estos mafiosos que nos gobiernan. Soy de la tesis de Leonardo Padrón expuesta en la crónica “La Casa Grande”.
A veces  provoca gritarle a Maduro, Diosdado y Jorge Rodríguez que dejen de maquinar patrañas dirigidas a neutralizar la aplastante victoria de la oposición en las próximas elecciones parlamentarias de diciembre.
A veces provoca gritarle al grupito creado y  financiado por el Gobierno bajo el remoquete de “victimas de las guarimbas”: que fueron víctimas, pero no de las guarimbas, sino de los grupos armados por el propio gobierno (GN, colectivos, etc) para atacar éstas, y que mucho pero mucho más victimas hubo del lado de la oposición, para las cuales no hay ni habrá justicia, mientras que por el grupito de victimas oficialistas mantienen en prisión bajo juicios amañados a Leopoldo y otros jóvenes que no accionaron arma alguna, porque los armados no eran los guarimberos.

A veces me provoca no escribir más en el blog, pues la apatía de los lectores que son unos cuantos desanima; ya no se atreven a un comentario negativo ni positivo sobre lo que leen.
A veces ….



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