Pasión por el tenis y el chavismo como enfermedad

Mi afición por el tenis surge cuando cambio mi residencia a la urbanización Sebucán, en un edificio que tiene en sus áreas sociales una modesta cancha de tenis y con ocasión de mis vacaciones indefinidas a raíz de mi salida del cargo que ocupaba en el emblemático banco zuliano. A mi regreso del viaje de vacaciones opté por tomar unas clases en el viejo hotel Caracas Hilton, que alguien me recomendó y que "La Revolución" cambio de nombre al de "Alba Caracas" y lo convirtió en un establecimiento mediocre, un centro de convenciones de adeptos o adictos- como dice mi hija- al chavismo. Las dos canchas del hotel eran bastante regulares, su cercanía a la piscina y la gran barra restaurant hacían un combo bien atractivo, pero esta gente considera oligarcas a los jugadores de tenis, por lo que decidieron convertir una en cancha múltiple y la otra la dejaron sin mantenimiento condenada a su inhabilitación. Allí aprendí lo básico de este difícil deporte que "en televisión parece fácil" como dice un compañero y cuando te inicias tarde o bien tarde como en mi caso es mucho mas difícil. Ante esta perspectiva mudé mis prácticas al hotel Tamanaco, donde una honorable pareja gringa se dedicaba con abnegación a su enseñanza y allí mejore algunos golpes y el servicio gracias al profesor Raineer, hasta que cambió la gerencia del hotel y el nuevo "jefe" despachó a la pareja y determinó que las canchas cumplieran mejor un papel turístico que sitio de práctica deportiva. Durante estos cambios de escenarios he padecido lesiones en todas las articulaciones que comprometen esta práctica; algunas lesiones casi me quiebran la voluntad de continuar, pero ha podido mas mi amor por este deporte y he superado a Dios gracia y con terapia todas las dolencias. Es entonces cuando me entero que la otrora exitosa empresa del Estado, Edelca, donde laboraba mi esposa, ha adquirido el Club de Tenis San Luis en El Cafetal, para destinarlo a centro social de sus empleados y familiares. A partir de ese momento me concentro en ese club ya transformado en club deportivo general, donde el tenis tiene predominio sobre los otros deportes que allí se practican. Mi auto jubilación me ha permitido dedicarle bastante tiempo a esta disciplina que hago con entusiasmo juvenil y cuerpo quejoso, pero me produce la satisfacción de un buen entretenimiento, como también el goce y esfuerzo de un excelente deporte. Allí nos hemos integrado un grupo de profesionales -algunos jubilados- para efectuar las prácticas y caimaneras que nuestro nivel nos permite. La disciplina se ha popularizado en el sector eléctrico ya que ahora todas las empresas del sector tienen acceso al club. Esto nos ha permitido una mejor cosecha de jugadores jóvenes y algunos mayores para conformar los equipos de 6ta y 5ta categoría, que han cumplido una participación honrosa en los torneos Mirandinos de los últimos dos años. En este club "socialista" la mayoría de los jugadores de tenis somos clase media y por ende de la "resistencia al régimen", a diferencia de los jugadores de básquet y voleibol, lo cual ha incidido en la actitud de indiferencia del gobierno de la empresa por el mantenimiento de las canchas de tenis, que nos has llevado a asumir nosotros mismos su reparación y mantenimiento. En estos días turbulentos de febrero, de protestas, guarimbas y manifestantes asesinados por la Guardia Nacional y los grupo de matones motorizados mantenidos por el Gobierno, surgió una circunstancia en una práctica y debimos abordar el tema de las manifestaciones, pero la irracionalidad se hizo presente en un intercambio de palabras que sostuve con un jugador "chavista", éste pretendía justificar las muertes de los manifestantes con la excusa de que quemaban cauchos, "ya que eso también es un crimen" adujo el desatinado. La “pena de muerte” pues!, inmediata y sin formula de juicio. Ni en la Iraq de Hussein. Quien hace semejante razonamiento ha de estar desequilibrado; pero así piensan no pocos chavistas, Por ello creo que el odio sembrado por el discurso del "Comandante Supremo" le ha dado los frutos que esperaba: la sumisión  irracional, cual enfermos!!

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