La Asamblea Nacional el 5 de enero
El martes 5 de enero Caracas amaneció con un cielo gris y una pertinaz llovizna que presagiaba la caída de tormentas eléctricas en toda la capital. En las principales avenidas de Caracas se observaba el despliegue de contingentes militares supuestamente para resguardar el orden público necesario para el normal desarrollo de la ceremonia democrática que tendría lugar en el Palacio Federal, ubicado en centro de la ciudad. Una muchedumbre convocada y patrocinada desde Miraflores a través de su red de emisoras de televisión, radio y prensa escrita, luciendo diferentes prendas rojas rojitas y pancartas se agolpaban en las inmediaciones de la Asamblea Nacional, animados muchos con bebidas espirituosas, probablemente financiadas por el propio gobierno, que sin ningún pudor exhibían en botellas los mas atorrantes y seguramente varios sujetos bajo los efectos de uno que otro pase de perico gritaban rabiosamente las conocidas monsergas y huecas consignas “Chávez vive”, “no volverán” y “viviremos y venceremos”.
A su vez, en la esquina de Padre Sierra, un grupo de motorizados de los conocidos como “colectivos” tronaban los escapes de las motocicletas de alta cilindrada adquiridas con dinero del Estado, pretendiendo demostrar poder o intimidar a grupos de simpatizantes de la oposición que se acercaban a vitorear a los nuevos diputados que estaban por arribar a la entrada del Palacio Legislativo, a pesar de que la MUD había pedido a los venezolanos que no concurrieran al Congreso para evitar la confrontación con los violentos habituales del chavismo.
Por su parte. el grupo de diputados encabezados por los dirigentes políticos Henry Ramos Allup y Julio Borges y familiares de muchos de estos, habían convenido con el Alto Mando Militar la necesaria protección y traslado en varios autobuses en virtud de la cantidad de personas que ingresarían al Palacio Legislativo. Así pues, llegaron en varias unidades que fueron aupadas en el trayecto desde la Plaza Altamira hasta el Congreso por una población entusiasta que aplaudía a su paso y no ocultaba su alegría por el cambio que significaba la salida de los diputados rojos que habían pisoteado durante tantos años la dignidad de los venezolanos.
Los distintos medios de comunicación internacionales habían apostado sus reporteros y fotógrafos en distintos puntos de las afueras del Palacio, que eran custodiados por miembros del Ejército y la Armada, quienes mantenían a raya a los facinerosos “revolucionarios” que no dejaban de gritar vulgaridades en repudio de los diputados de la oposición y en respaldo de sus diputados rojos
Ojala la verdadera toma de posesión resulte así, pero me parece los preludios no coinciden, por desgracia, no se presenta tan Legal ni pacífica, esperemos a ver, ojalá la suya sea la real.
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ResponderEliminarFaltó colocar que el nuevo presidente de la asamble ordenó retirar de inmediato el o los cuadros con la imágen del comediante eterno, intergaláctico, mortadelo, del hemiciclo, de lo contrario mandaría a colocar cuadros con la imágen de todos los ex-presidentes de la era democrática, en lo alto de la cúpula del edificio parlamentario
ResponderEliminarJajajajaja, muy ingenioso el relato, muy cercano a la realidad
ResponderEliminarComo el gobierno saliente ya eligieron los magistrados del TSJ, a los diputados de la Oposición no les queda otra sino llevar al Tribunal de La Haya, con el apoyo de Diego Arria, a Maduro y Cabello por utilizar los Colectivos armados con la finalidad de asesinar a 46 estudiantes durante la Guarimba...
ResponderEliminarpura paja
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